19 ago. 2010

CIERTO QUE: La Asamblea Nacional de Rectores, la Universidad Peruana y los docentes de Trabajo Social, no pueden seguir contemplando el ocaso de esta profesión en el Perú, al parecer inevitable.

El trabajo social: el ocaso de una profesión en el Perú

Escribe: Adel Hurtado Vera* 
El Trabajo Social en el Perú está de aniversario. Como disciplina que visiona el bienestar del ser humano, no vislumbra su futuro. Su pasado y presente, en cambio, ha estado y está lleno de confusiones teóricas y metodológicas las cuales han agravado la estabilidad de una profesión en el ámbito de la formación universitaria.
UNA CRISIS DE IDENTIDAD
El Trabajo Social en el Perú conjetura una constante crisis de identidad, producto del confusionismo ideológico y de influencias coyunturales filosóficas, sociológicas y psicológicas.
Esta situación ha conllevado a que no se conozca, epistemológicamente, qué se entiende por Asistencia Social; cómo concebir el Servicio Social; qué es el Trabajo Social; o cuál es la teoría, el método y las técnicas sociales en las cuales se sustenta como carrera universitaria.
Existen más de un centenar de definiciones ‘teórico-conceptuales y/o hipotético-deductivas’ sobre esta carrera. Éstas van desde:…..’Disciplina Social’; ‘Ciencia Normativa’; ‘Modo de Acción Social’; ‘Acción de Asistir’; ‘Acción Científica’; ‘Praxis Científica’; etc., hasta ‘Quehacer Profesional’; ‘Tecnología Social’; ‘Técnica’; ‘Arte y Ciencia’; ‘Ciencia de las Relaciones Humanas’ etc. etc.
A esta coyuntura histórica se sumó la denominada Reconceptualización del Trabajo Social, imaginada por el Grupo ECRO en los años ‘60, donde sus creadores -Trabajadores Sociales de Argentina, Uruguay y Chile- escribían que los profesionales deberían dejar atrás las prácticas asistencialistas, para convertirse en ‘Agentes de Cambio’ y asumir un compromiso de clase al lado de los explotados y oprimidos.
Más tarde, ya en la década próxima pasada, con la inserción del Perú a la economía mundial, se dejaba de lado –paulatinamente- al Estado-nación benefactor, y con ello se caía a pedazos uno de los pilares esenciales de los orígenes del Trabajo Social en el Perú. La globalización y la revolución de las tecnologías agravó, más aún, su estabilidad académica, porque encuentra a la profesión en una pobreza académica y en un cierrapuertas a los Centros Superiores de Enseñanza Privada.
La Universidad, como unidad educacional, no comprendía –desde una perspectiva cognoscitiva e intelectual- que el Trabajo Social, concebido bajo los albores del capitalismo monopolista, no podía tener otro destino que virar hacia paradigmas económico-sociales y superestructurales del sistema que lo viera nacer.
EL CURSILLISMO ‘ACADEMICO’
Esta modalidad ‘intelectual’ ha invadido no sólo a las Facultades y Escuelas de Trabajo Social, sino subsiste en el interior de los Colegios Profesionales a nivel nacional.
El cursillismo, que no es sino parte de la mediocridad intelectual, nunca aportó a la profesión que no sean sendas exposiciones magistrales alejadas de la quintaesencia del Quehacer Profesional.
La impronta del cursillismo en la profesión se debe también a la ausencia de textos nacionales los cuales le imprimirían una direccionalidad académica a la carrera, ya que los docentes, Trabajadores Sociales, no muestran producción intelectual alguna. Esto es, catedráticos de Trabajo Social que enseñan metodología de investigación, que profesan la teoría del conocimiento y la investigación en Trabajo Social, no publican un folleto o libro de trascendencia científica como aporte a su profesión.
EL OCASO DE UNA CARRERA UNIVERSITARIA
La década del ’90 marcó el inicio del fin del Trabajo Social como carrera universitaria en el Perú. En julio de 1995 pusimos el dedo en la llaga, pero la herida sigue siendo la misma.
A ningún docente universitario -particularmente de las Ciencias Sociales- le es extraño que el Trabajo Social como carrera universitaria tiende a desaparecer, porque su imagen está circunscrita a las aulas universitarias.
Mas no es tarde para revertir esta situación. Ello exige que las Universidades y las Facultades de Trabajo Social valoren la capacidad cognitiva e intelectual de sus docentes, quienes no pueden seguir ofreciendo cátedras magistralmente intrascendentes y divorciadas de la realidad. Meritúa, también, observar los sylabus de enseñanza que ya no responden a una sociedad que va por diversos rumbos económico-sociales desde 1970.
Los Centros de Enseñanza Superior, no pueden seguir formando estudiantes sin considerar el mercado ocupacional del Trabajador Social. Las Facultades y Escuelas de Trabajo Social a nivel nacional tampoco pueden continuar educando futuros profesionales por el simple hecho de justificar la actividad laboral de sus docentes.
Actualmente las carreras de Trabajo Social sólo subsisten en las Universidades Públicas, porque el Estado Peruano no puede desconocer la Ley Universitaria y los Convenios de Estabilidad Laboral de los catedráticos. En cambio, en las Universidades Privadas, desde principios de este siglo, cierran progresivamente sus Facultades y Escuelas de Trabajo Social.
El septuagésimo tercer aniversario del Trabajo Social en el Perú -que se recuerda este 25 de julio-, encuentra a la profesión al borde del colapso y su posterior desaparición.
La Universidad en el Perú debe considerar esta situación, el Trabajo Social también, sino desea el destino de la Universidad Católica de “Santa María” de Arequipa, donde el año 2000 la separó de sus Actividades Académicas. La Universidad Particular de “San Martín de Porres” en Lima hizo lo propio, al cerrarles la Facultad de Trabajo Social. La Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), ya no cuenta en sus actividades profesionales con la Facultad de Trabajo Social.
La Asamblea Nacional de Rectores, la Universidad Peruana y los docentes de Trabajo Social, no pueden seguir contemplando el ocaso de esta profesión en el Perú, al parecer inevitable.
(*) Sociólogo y Periodista, tiene estudios de Doctorado en Ciencias Sociales en la Universidad Nacional Mayor de “San Marcos”. Mail: adelperu@hotmail.comEdición de Luz & Sombras. Fuente original:_ http://www.losandes.com.pe/Sociedad/20100725/38896.html