12 nov. 2010


Mercedes se Sube al Coche


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Mercedes Aráoz es escoltada por Jorge del Castillo y Omar Quesada, secretarios generales del APRA, luego de oficializarse su designación el martes 2.
Pocas veces se ha visto en tiempos recientes tan de acuerdo a la dirigencia de los compañeros. Fue una encuesta “no publicable” la que pareció determinar el consenso de la cúpula aprista en torno a la candidatura presidencial de la ex ministra Mercedes Aráoz. El partido oficialista encargó en los últimos días un sondeo nacional a CPI que arrojó un resultado incontestable.
El potencial electoral del APRA como mero símbolo, sin importar el candidato, era de 4% según el estudio. Nada descabellado si se toma en cuenta que en las elecciones regionales y municipales los votos apristas fueron alrededor de 1.2 millones de un total de 19.6 millones. Es decir, poco más del 6%.
Siempre según esa encuesta secreta, si al APRA se le añade la presencia de Alan García, no su candidatura, el potencial sube a más del 10%. Y si a ese escenario se le suma Aráoz al frente de la ecuación, ese potencial llegaba al 22%.
Nada más había que discutir.

HAYA INSTANTÁNEO

El mismo martes 2, cuando fue proclamada como la candidata por el Comité Ejecutivo Nacional en Alfonso Ugarte, Aráoz presentó su renuncia al cargo de asesora del presidente Alan García en materias económicas. Varios expertos consultados por la prensa, como Percy Medina de Transparencia, ya aclararon que no se verá afectada por la norma que ponía el 11 de octubre de plazo para que los altos funcionarios que quieran participar en las elecciones del 2011 renuncien a sus cargos. El cargo de Aráoz no se ajustaba a esa definición.
El damero de Alfonso Ugarte ya se había reanimado con la encuesta de Apoyo de octubre pasado (CARETAS 2152), en la que 19% de entrevistados la consideraba la mejor carta del APRA, por encima de Jorge del Castillo (13%) y Javier Velásquez Quesquén (12%). Muy atrás quedaba el también voceado Alfredo Barnechea.
El miércoles 27, el congresista Mauricio Mulder reconoció que el partido se encontraba encargando sondeos para averiguar sobre la percepción del electorado en torno a los probables candidatos. “Eso ya lo tenemos en parte, lo cual nos permite contar con cierta información, pero todavía estamos en proceso. A mediados de noviembre sabremos quién será el candidato presidencial del APRA”, declaró al diario El Comercio. No sería necesario tomarse tanto tiempo. El lunes 1 por la noche ya no cabían dudas.
En los próximos días se conformará el comando de campaña, que podría estar encabezado por Del Castillo o Velásquez Quesquén. Las primeras pintas y banderolas aparecerán esta semana.
Unas versiones señalan que Aráoz aceptó que la conducción de la campaña sea aprista. Freddy Chirinos, que es su cercano asesor de imagen, será una de las adiciones importantes que ella pondrá sobre la mesa. Pero quienes estuvieron en las reuniones que Aráoz sostuvo en Alfonso Ugarte el martes 2 pudieron ver a una mujer que no se va a dejar pisar el poncho. La candidata es, finalmente, quien encabeza la carrera. Y los vientos de género soplan a su favor. Dilma Rousseff ganó en Brasil y los votos de otra mujer, la “verde” Marina Silva, decidieron la segunda vuelta.
Sus primeras declaraciones a la prensa han intentado tender conexiones con el pueblo aprista. Citó a Haya de la Torre sobre sus conceptos de negociar con el capital y Estados Unidos para defender los TLC que tanto impulsó durante su paso por Comercio Exterior. También recordó al patriarca aprista para recalcar que hay que crear riqueza para poder distribuirla. El curso acelerado del ideario hayista busca imprimirle emoción al correcto discurso tecnocrático que la ha caracterizado.
Quien se lo recordó sin remilgos fue el congresista oficialista Javier Valle Riestra, que declaró a la página web de Perú.21 que “más que candidata a la Presidencia de la República, es candidata a un concurso de belleza. De tal manera que yo acepto a la postulante del partido, pero no creo que sea lo más adecuado porque las lideresas son personas que deben tener una capacidad de dirigirse a las masas, de sacudirlas”.
A favor de Aráoz, que le respondió a Valle Riestra que sus palabras “ofenden a la mujer peruana”, habría que recordar que ni Luis Castañeda ni Keiko Fujimori, los punteros de las encuestas, son caracterizados por una oratoria telúrica.

LA CONQUISTA DE LAS BASES

Aún así, en el APRA el suelo todavía no está parejo.
Otro personaje muy influyente en las campañas de Alfonso Ugarte observa con escepticismo el curso de los acontecimientos. “La sociología del voto aprista es muy compleja. García pone esos círculos en movimiento”, considera. “Un porcentaje importante de electores votó por un tipo de empresarios en las últimas elecciones. Ahora hay que preguntarse si el APRA representa hoy a los nuevos sectores populares. ¿El partido responde hoy a las expectativas de la sociedad peruana?”.
Para esta familiarizada fuente, “la verdad no es necesariamente lo que uno ve en las encuestas. Pueden estar comprándose el discurso de los marketeros. La gente rechaza a los políticos pero también vota por ellos. Si un partido tan importante toma decisiones basándose en encuestas y focus groups, estamos fritos”.
Y la fuente advierte: “lo primero que va a tener que hacer esta señora es conquistar al APRA”.
Es que alguna paradoja encierra la designación de Aráoz. Su confirmación como candidata para cumplir la ley de partidos será un mero trámite refrendado mediante una convención de delegados en las próximas semanas.
Esto ocurre cuando dentro del APRA se libraba un debate por democratizar el proceso de elecciones internas. Jorge del Castillo impulsaba la opción de “un militante, un voto” y Javier Velásquez Quesquén se inclinaba por justas abiertas a cualquier ciudadano que quisiera votar.
La discusión ya no tiene razón de ser, pero Carlos Roca declaró que un grupo de dirigentes no tenía que decidir por el resto de la militancia. El propio ex candidato al municipio limeño terminó por allanarse y fue él quien salió a recibir a Aráoz a su arribo en Alfonso Ugarte el martes 2.
Al mismo tiempo, un sector de la dirigencia encabezado por Del Castillo inició conversaciones desde finales de octubre con Lourdes Flores Nano, en aras de algún tipo de entendimiento en torno a la candidatura de Aráoz (CARETAS 2151). La propia pepecista reconoció que contemplaba no solo una alianza con Solidaridad Nacional, sino también con el APRA.
Personajes de ambas tiendas como Mulder y Luis Galarreta han manifestado su abierta oposición a esa posibilidad. Del Castillo en cambio piensa que podría darse una situación similar a la de 1995, cuando Flores declinó su candidatura presidencial pero presentó una lista parlamentaria propia a la que no le fue mal al momento de la cosecha.

IBA POR EL BID

Fue un camino de particularidades.
Primero Aráoz fue tentada para ser la candidata municipal de la estrella. Fue ese el premio consuelo que le ofrecieron en Palacio cuando fue rotada de la cartera de Turismo y Comercio Exterior, desde donde construyó su imagen y a la que llegó impulsada por el ex ministro Hernán Garrido Lecca, al gris Ministerio de la Producción.
Horas antes de que Carlos Roca aceptara el eventualmente frustrado encargo, el premier Velásquez la seguía cortejando con la idea. Pero ya estaba al frente del MEF, que en ese momento consideraba el pináculo de su carrera.
Cuando en junio la entonces ministra de Economía reveló que había recibido propuestas de Velásquez Quesquén, Mauricio Mulder y Wilbert Bendezú para ser la candidata aprista del 2011, el presidente Alan García la criticó con aspereza. Un ministro comentó entonces que el gran error de Aráoz fue no hablar del tema con el principal accionista de la corporación aprista antes de ventilarlo en la prensa.
Salió del ministerio luego de asumir el desgaste político por el debate de la supresión de la célula viva para uniformados. Antes fue criticada por defender a rajatabla los decretos legislativos inconsultos que terminaron en la tragedia de Bagua.
A pesar de su sorpresivo relevo por Ismael Benavides, el Presidente la retuvo como asesora en temas económicos. Le ofrecieron un puesto en la plancha presidencial, pero ella buscaba la presidencia del Banco Interamericano de Desarrollo. El colombiano Luis Alberto Moreno deja el cargo este año.
Al presidente García le escucharon decir que pondría a prueba su lealtad antes de patrocinar su candidatura al BID. También le escucharon reconocer que había sometido a Aráoz a exigentes pruebas a lo largo de su gobierno. Cuando ella, en una de sus tempranas manifestaciones de ingenuidad política, reconoció a comienzos del 2007 que los europeos estaban aterrados con la demagógica propuesta presidencial de implantar la pena de muerte, el Presidente no le dirigió la palabra durante casi dos meses.
Luego las encuestas propiciaron un nuevo golpe de timón.

LA BRÚJULA DE GARCÍA

El ex primer ministro Javier Velásquez Quesquén señaló que la designación de Aráoz refleja un “cambio de estrategia”, por el que se abandona la idea del candidato militante. Es el propio “Sipán” la víctima principal del viraje. Durante el último tramo de su paso por el premierato, Velásquez aseguraba que el APRA presentaría un candidato salido de sus canteras.
Cuando en setiembre abandonó el gabinete junto con Aráoz, todas las versiones coincidían que lo hacía para encabezar la carrera por la candidatura alentado directamente por el presidente Alan García. Hubo cenas y compromisos realizados en Palacio donde García, tanto ante grupos pequeños como frente a buena parte de la bancada, daba a conocer su preferencia por el chiclayano, cuya inicial reticencia cedió a la disciplina.
Entonces cayó el baldazo de hielo. Velásquez lanzó su precandidatura en el Museo de las Tumbas Reales de Sipán y, ese mismo lunes 11 de octubre, García acompañó a Luis Castañeda en su acto de renuncia a la alcaldía para tentar suerte en el 2011, tal como lo estipula la ley. Cuando le preguntaron al mandatario sobre el proceso interno de su partido, respondió que “yo no me meto en esas cosas. Aquí estoy parado con mi candidato”.
Luego el Presidente intentó dar marcha atrás y reiteró que votaría por el candidato aprista. Pero sus palabras ya habían hecho mella. Si bien Velásquez volvió a calificarse el martes como un “soldado del partido”, la amargura se la mostró a los más cercanos, particularmente a sus correligionarios del norte.
A fines de la semana pasada el propio círculo de Aráoz recelaba de los planes del Presidente. Todo indica que éste ahora aprueba la designación de la candidata. Con los ojos siempre puestos en el 2016, dice un personaje que participa en las negociaciones, “García quería mantener la categoría pero no estaba interesado en campeonar”. Con Aráoz en el partidor, ya hay apristas que fantasean entre risas nerviosas: “¿Y si gana?”. (Enrique Chávez)


Edición de Luz & Sombras. Fuente original:_ http://www.caretas.com.pe/Main.asp?T=3082&S=&id=12&idE=904&idSTo=0&idA=49396