16 feb. 2011

Las palabras en la vida; la vida de los relatos.

Mitologías
Tenemos una relación ambivalente con los mitos y, en general, con la narrativa oral. Por una parte, nos gusta escuchar historias fantásticas que tratan sobre las peripecias de diversos personajes, y les otorgamos una cualidad educativa a los relatos. Por otro lado, queremos cazarlos y desenmarañarlos para equipararlos con la mentira. Y quizás es este último sentido el que prima en nuestros ámbitos cotidianos: el mito y la narrativa oral, como una mera ficción; como falsedad.
Propongámonos tomar una distancia crítica del sentido común y señalemos que el mito es un tipo de lenguaje que, a través de su forma, enuncia una ideas sobre determinados aspectos de la vida social. No busquemos destruir los mitos, sino comprender qué se dice a través de ellos; para quiénes han sido enunciados, y quiénes enuncian ese algo a escudriñar.
El mito es una episteme; una forma de conocimiento. No es, como solemos creer, una mera ficción. Tampoco es un tipo de relato que forma parte de la narrativa oral, pues también puede expresarse a través de la palabra escrita y de imágenes. Es la trama, la urdimbre de una historia que produce una reflexión o una catarsis, puesto que son mímesis de los hombres y su tiempo.
Pues bien, lejos de todo aliento “destructor”, empecemos a comprender y a dar cuenta de los mensajes que son enunciados a través de las distintas narrativas orales, escritas y visuales.
Exploremos las mitologías y pensemos -desde las palabras, las imágenes y el cuerpo- los relatos que abordan temas medulares de nuestras vidas: el tiempo, el espacio, la persona, lo político, la otredad, la mismidad, el amor, la violencia, la vida y la muerte. Como dijera Heidegger a propósito de un poema de Stefan George: que no sea donde falta la palabra.
Edición de Luz & Sombras. Fuente original:_ http://www.eldiplo.com.pe/las-palabras-en-la-vida-la-vida-de-los-relatos