28 set. 2011

Entonces ya saben las transnacionales que Latinoamerica es de los Latinoamericanos y que somos mejores Americanos que otros, que contaminan el Medio Ambiente y destruyen la Pachamama,,, Gracias a Calle 13 y a Susana Baca por reafirmarnos nuestra Identidad,,,,,


Calle 13 estrenó Latinoamérica con la participación de Susana Baca.


El dúo puertoriqueño Calle 13 estrenó hoy “Latinoamérica”, un videoclip que encierra las múltiples culturas de las que está formada América Latina, y en el que participa nuestra Ministra de Cultura, Susana Baca y la colombiana Totó La Momposina.

El video fue grabado en su mayoría en nuestro país por la productora nacional “Patria” y estuvo bajo la dirección de Jorge Carmona y Milovan Radovic, quienes filmaron a los músicos René Pérez “Residente” y Eduardo Cabra “Visitante” en parte de nuestra sierra peruana.

Latinoamérica, tema que se desprende su producción “Entren los que quieran”, también tiene imágenes grabadas en Colombia y Puerto Rico. El trabajo fílmico empezó a grabarse el 23 de mayo en Lima. Luego, la producción viajó por 14 días por el todo el Perú.

La ministra de Cultura participa en varias escenas del video interpretando estrofas del tema. El material fue grabado en el Perú.

El esperado videoclip del grupo Calle 13, ‘Latinoamérica’, fue estrenado hoy en México 

27 set. 2011


El Estado palestino

Por: Mario Vargas Llosa

¿Cuál debería ser la posición de un amigo de Israel ante al pedido del presidente Mahmud Abbas de que la ONU reconozca a Palestina como un Estado de pleno derecho? Convendría antes definir qué entiendo por “amigo de Israel” ya que en esta definición caben actitudes distintas y contradictorias. A mi juicio, es amigo de Israel quien, reconociendo el derecho a la existencia de ese país –admirable por tantas razones– obra, en la medida de sus posibilidades, para que ese derecho sea reconocido por sus vecinos árabes e Israel, garantizado su presente y su futuro, pueda vivir en paz y armonía dentro de fronteras seguras e internacionalmente reconocidas.
En la actualidad, Israel se halla lejos de alcanzar semejante estabilidad y seguridad. Es verdad que vive un notable progreso económico, gracias a su desarrollo tecnológico y científico tan bien aprovechado por la industria, y que su poderío militar supera con creces el de sus vecinos. Pero tanto en el interior como en el exterior la sociedad israelí experimenta una crisis profunda, como se vio hace poco en sus principales ciudades con las formidables demostraciones de sus “indignados” que manifestaban su hartazgo con los sacrificios y limitaciones de todo orden que impone a la sociedad civil el estado crónico de guerra larvada en que se eterniza su existencia y el deterioro de su imagen internacional que, probablemente, nunca se ha visto tan dañada como en nuestros días.
El antisemitismo no explica este desprestigio como quisieran algunos extremistas, que divisan detrás de toda crítica a la política del gobierno de Benjamín Netanyahu el prejuicio racista. Éste no ha desaparecido, por supuesto, porque forma parte de la estupidez humana –el odio hacia “el otro” que se encarniza contra el negro, el árabe, el amarillo, el gitano, el indio, el cholo, el homosexual, etcétera–, pero la realidad es que, en nuestros días, Israel ha perdido aquella superioridad moral que la opinión pública del mundo entero le reconocía, cuando la imposibilidad de un acuerdo de paz entre palestinos e israelíes parecía sobre todo culpa de aquellos, por su intolerancia a reconocer el derecho de Israel a la existencia y su justificación del terrorismo. Ahora, la impresión reinante y justificada es que aquella intolerancia ha cambiado de campo y el obstáculo mayor para que se reanuden las negociaciones de paz con los palestinos es el propio gobierno de Netanyahu y su descarado apoyo político, militar y económico al movimiento de los colonos que sigue extendiéndose por Cisjordania y Jerusalén oriental y encogiendo como una piel de zapa el que sería territorio del futuro Estado palestino.
El avance y multiplicación de los asentamientos de colonos en territorio palestino, tanto en Cisjordania como en Jerusalén oriental, que no ha cesado en momento alguno, ni siquiera durante el período de cuarentena que dijo imponer el gobierno, hace que sean muy poco convincentes las declaraciones de los actuales dirigentes israelíes de que están dispuestos a aceptar una solución negociada del conflicto. ¿Cómo puede haber una negociación seria y equitativa al mismo tiempo que los colonos, armados hasta los dientes y protegidos por el Ejército, prosiguen imperturbables su conquista del Gran Israel?
En el último viaje del primer ministro israelí a Washington, Netanyahu se permitió desairar al presidente Obama, mandatario del país que ha sido el mejor aliado y defensor de Israel, al que subsidia anualmente con más de tres billones de dólares, porque Obama propuso que se reabrieran las negociaciones de paz bajo el principio de los dos Estados, en el que el palestino tendría las fronteras anteriores a la guerra de 1967, propuesta sensata, convalidada por la ONU y la opinión internacional, a la que en principio ambas partes se habían declarado dispuestas a aceptar como punto de partida de una negociación. El desaire de Netanyahu contó con el apoyo de un sector del Congreso estadounidense y de las corrientes más extremistas del lobby judío norteamericano, pero las encuestas mostraron de manera inequívoca que aquella actitud prepotente debilitó aún más la solidaridad con Israel de una parte importante de la opinión pública de los Estados Unidos, donde la primavera árabe ha sido recibida con simpatía, como un proceso democratizador en la región que debería, a la corta o a la larga, traer a Israel más beneficios que perjuicios.
Creo que a mediano o largo plazo el numantismo –convertir a Israel en un fortín militar inexpugnable, capaz de pulverizar en caso de amenaza a todo su entorno– y la sistemática destrucción de la sociedad palestina, desarticulándola, cuadriculándola con muros, barreras, inspecciones, expropiaciones y reduciendo cada vez más su espacio vital mediante el avance de las colonias de extremistas fanáticos empeñados en resucitar el Israel bíblico, son políticas suicidas, que ponen en peligro la supervivencia de Israel. Por lo pronto, esas políticas solo han servido para multiplicar la tensión y crear un clima en el que en cualquier momento podría estallar una nueva Intifada. Y, por supuesto, un nuevo conflicto bélico en una región donde, demás está decirlo, la causa palestina tiene un respaldo unánime. Por otro lado, una de las consecuencias más lamentables de estas políticas, es que lo mejor que tenía Israel para mostrar al mundo –su sistema democrático– ha perdido su carácter modélico, al ser poco menos que expropiado por coaliciones de ultranacionalistas que, como las que sostuvieron a Sharon y sostienen ahora a Netanyahu, han ido introduciendo reformas y exclusiones que limitan y discriminan cada vez más la libertad y los derechos de los árabes israelíes (casi un millón de personas), convertidos hoy en día en ciudadanos de segunda clase.
Creo que desde el gran fracaso de las negociaciones de Camp David y Taba del año 2000-2001, auspiciadas por el presidente Clinton, en que Arafat cometió la insensatez de negarse a aceptar una propuesta en la que Israel reconocía el 95 por ciento de los territorios de la orilla occidental del Jordán y la franja de Gaza y que los palestinos participaran en la administración y gobierno de Jerusalén oriental, la sociedad israelí ha tenido un proceso de radicalización derechista. El campo de los partidarios de la moderación, la negociación y la paz se ha reducido hasta la inoperancia política. Ese campo fue muy fuerte e influyente y gracias a él fueron posibles los acuerdos de Oslo, que tantas esperanzas despertaron. Eso, en nuestros días, ha quedado tan atrás que, pese a haber pasado tan pocos años, parece la prehistoria.
Y, sin embargo, pese a todo, creo que hay que volver a ese camino, pues, si se persevera en el actual, no habrá solución alguna, sino más guerra, violencia, sufrimiento, en Palestina, Israel y todo el Medio Oriente. Para ello, es indispensable una presión internacional que induzca a los dirigentes israelíes a salir de su encastillamiento prepotente y los convenza de que la única solución real saldrá no de la fuerza militar sino de una negociación seria, con concesiones recíprocas.
El reconocimiento del Estado palestino por las Naciones Unidas es un acto de justicia con un pueblo cautivo en su propio país que vive una servidumbre colonial intolerable en el siglo XXI. Reconocer este hecho no implica justificar a las organizaciones terroristas ni a los fanáticos de Hamas que se niegan a reconocer el derecho a la existencia de Israel, sino enviar un mensaje de aliento a la gran mayoría de los palestinos que rechazan la violencia y aspiran sólo a trabajar y vivir en paz, como los “indignados” israelíes. Aunque representan ahora sólo una minoría, muchos ciudadanos de Israel están lejos de solidarizarse con las políticas extremistas de su gobierno y luchan por la causa de la paz. Los verdaderos amigos de Israel debemos aliarnos con ellos, en su difícil resistencia, porque son ellos quienes advierten con lucidez y realismo que las políticas belicistas, intolerantes, represivas y de apoyo a la expansión de los asentamientos de Benjamín Netanyahu tendrán consecuencias catastróficas para el futuro de Israel.
La primavera árabe crea un contexto histórico y social que debería servir para facilitar una solución negociada bajo el principio de los dos Estados que ambas partes, en principio, dicen aceptar. Pero hay que poner en marcha esa negociación cuanto antes, para evitar que los extremistas de ambos bandos precipiten hechos de violencia que la posterguen una vez más. Podría no haber otra oportunidad.
Madrid, septiembre de 2011

Edición de Luz & Sombras. Fuente original:_ La Republica 

24 set. 2011

ACOTANDO Hay que recordarle al Sr. Cipriani que la edad media quedo alli, en la edad media,,,


PUCP: Asamblea Universitaria decide no aprobar la propuesta de modificación del Estatuto
Mediante un comunicado, la Asamblea Universitaria de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) decidió no aprobar el pedido de modificación de su Estatuto, y defendió su autonomía. A continuación, les mostramos el comunicado enviado o descárguelo desde aquí:
Asamblea universitaria debatió y rechazó reforma estatutaria.Además el Poder Judicial desestimó la conclusión anticipada de juicio con Arzobispado, y comunidad universitaria realizó cadena humana.
Martín Hidalgo Bustamante.
Desde el piso número 11 del edificio Edificio McGregor en la Pontificia Universidad Católica del Perú, PUCP, salió “humo blanco”. Pero no para el cardenal Juan Luis Cipriani. La Asamblea Universitaria de esa casa de estudios decidió, tras ocho horas de debate, rechazar el pedido de reforma estatutaria presentada por el Arzobispado, quien en nombre del Vaticano les solicitó a las autoridades de la PUCP adaptar sus normas a la constitución apostólica “Ex corde ecclesiae”.
Según el acuerdo de la Asamblea, sus autoridades reafirmaron la autonomía de la universidad, su identidad católica y su disposición al diálogo con las autoridades de la Iglesia Católica, mientras que su independencia no se vea afectada.
El secretario general de PUCP, René Ortiz, precisó que además se acordó que la PUCP se rige por la Constitución Política del Perú, la legislación peruana y su Estatuto.
“También se ha reafirmado la disposición al diálogo que tiene nuestra casa de estudios con las instancias competentes de la Iglesia Católica en todo lo que no afecte su autonomía”, precisó.
El mismo rector de la universidad, Marcial Rubio, detalló a La República que en una sola votación la amplia mayoría rechazó la reforma estatutaria. De las 79 autoridades que integran la Asamblea, solo asistieron 70. De ellos, 65 votaron a favor, 1 en contra y 4 en blanco. Indicó que los cinco representantes del Episcopado no asisten desde enero del 2009.
“Desenmascaran” a Cipriani
Pero Cipriani no solo perdió en la Universidad. Al mediodía, cuando trascurría la mitad de la  Asamblea, el rector de la PUCP informó que la Quinta Sala Civil de la Corte Superior de Lima rechazó, en segunda instancia, el pedido del Arzobispado para que el proceso sobre la interpretación de los testamentos de José de la Riva Agüero a favor de la universidad concluya de manera anticipada tomando como referencia la sentencia del Tribunal Constitucional.
Al respecto, Rubio dijo que desde hace un año y medio, cuando el TC negó su pedido de amparo, los abogados del Arzobispado montaron una campaña para hacerle creer a la opinión pública que ellos tenían la última palabra, pero que ahora la resolución de la Quinta Sala Civil “la desenmascara”.
“Nos falta mucho por luchar defendiendo la universidad, pero las cosas comienzan a esclarecerse. Ahora que parece que hay decisiones más independientes en el Poder Judicial y nosotros tenemos la plena seguridad de que los estudiantes seguirán luchando para que esta universidad siga siendo como es y siga al servicio del país”, agregó el rector de la PUCP.
Martín Mejorada, representante legal de la PUCP, explicó a este diario que esta resolución no puede ser apelada por el Arzobispado de Lima, con lo cual la decisión del TC no tiene efectos prácticos sobre la discusión de los testamentos de José de la Riva Agüero.
“Esta resolución es de manera definitiva y esclarece que la discusión tendrá que resolverse en ese proceso sin importar lo que había decidido el Tribunal Constitucional. Lo más importante es que la discusión testamentaria recién se va a producir ahora, es decir, en el marco de la controversia general el pleito recién empieza”, agregó.
Cadena humana Marcial Rubio se dirigió estas palabras al promediar las 3.00 pm, frente a los estudiantes, profesores y trabajadores que se reunieron en las afueras de su campus desde el mediodía para expresar su respaldo a las gestiones conducidas por el rector y los vicerrectores, y rechazar el pedido de Cipriani de una reforma estatutaria, que tiene entre los principales puntos que el Arzobispo de Lima designe al rector de la universidad y pueda modificar algunos temas que consideraba contra su doctrina.
Para ello, alrededor de 2,500 integrantes de la comunidad universitaria armaron una cadena humana alrededor de la universidad como acto simbólico con arengas a viva voz como: “Cipriani, escucha, no quiero usar sotana”.
Asimismo, se realizaron una serie de representaciones artísticas para parodiar el pedido del Arzobispado de Lima. El presidente de la Federación de Estudiante, Javier Albán, explicó que la respuesta del gremio estudiantil era mayoritaria, puesto que sentían amenazada tanto la autonomía como la pluralidad de pensamiento de la Católica. “Los representantes estudiantiles, que conforman la tercera parte del alumnado, no están de acuerdo, ya que para que los cambios tengan lugar se necesitan dos tercios”, apuntó.
Albán desmintió la presencia de algún vocero de la Santa Sede en la Asamblea Universitaria como se anunció horas antes en algunos medios televisivos.
Voces autorizadas
Quienes también se pronunciaron en contra de las intenciones  del cardenal Cipriani fueron los profesores más representativos de la Universidad Católica, así como de ex alumnos  de esta casa de estudios como el congresista Javier Diez Canseco.
El parlamentario de Gana Perú señaló que la universidad debía continuar con su criterio de pluralidad y no exclusión como el que pretende imponer Cipriani.
“Yo fui el primer presidente de izquierda de la federación de estudiantes. Me he formado con estudiantes apristas como Alan García y aprendí de José Carlos Mariátegui a través de un cristiano como el de Gustavo Gutiérrez. Si esta universidad la manejara Cipriani esto no hubiera pasado por la inquisición ideológica que intenta imponer”, manifestó Diez Canseco.
También denunció que Cipriani ha realizado intensos lobbies en los terrenos de la universidad, del cual existe un proceso en el Poder Judicial entre la PUCP y Cipriani por los testamentos de Riva Agüero.
“En ese lobby lo ha ayudado el gobierno anterior a través del embajador peruano en Roma, Eduardo Ferrero, quien pasó tres años en la zona y que encaró una función diplomática a favor de Cipriani”, especificó el legislador.
Por otro lado, el ex congresista y catedrático Henry Pease aseguró que el documento del Papa sobre las universidades católicas no tiene ninguna línea en la que diga que el Arzobispo tenga que elegir al rector.
“Estamos dispuestos a discutir, pero no permitiremos que se actúe contra la ley peruana, y el propio tratado entre la Iglesia Católica y el Estado peruano dice que sea así. Con la cadena humana pongamos nuestros cuerpos por delante para decir: aquí no pasará nadie que quiera imponer la ‘pataza’”, señaló el ex congresista.
Sobre los intereses del cardenal Cipriani, indicó que no advertía ningún elemento religioso en su postura sino mucha ambición de poder, algo proveniente desde la campaña electoral pasada.
“El cardenal tiene derecho a su opinión política. Lo que cuestiono es que quiera medirnos con un ojo que acepta a Alberto Fujimori y acepta la intolerancia”, apuntó.
Fernando Tuesta Soldevilla, docente de la universidad, indicó que el principal interés del Arzobispado en este lío trasciende al control de la PUCP al utilizar el púlpito como escaño parlamentario.
Pero el apoyo a la autonomía universitaria de la PUCP no solo vino de las voces autorizadas de la casa de estudios. Organizaciones sociales y ambientales emitieron un comunicado en defensa de la pluralidad, tolerancia y calidad de la enseñanza de la universidad. El documento firmado por instituciones como Proética, el Instituto de Defensa Legal (IDL), Desco, el Instituto de Estudios Peruanos (IEP) y la Sociedad Peruana de Derechos Ambiental (SDPA), recuerda la frase del maestro Luis Jaime Cisneros: “… es propósito de la universidad garantizar, al mismo tiempo que la capacitación profesional del educando para el trabajo, una imprescindible formación ética para asegurar la convivencia”. Desmienten altos sueldos
El rector de la PUCP, Marcial Rubio, también respondió a la denuncia de un diario local acerca del sueldo que gana por sus funciones administrativas. “Ojalá ganara 80 mil soles. Solo recibí un aumento en agosto del 2004 cuando pasé de vicerrector administrativo a vicerrector académico, lo cual representó un 12% de lo que percibía entonces, después he recibido los aumentos que se disponen anualmente en la universidad”, detalló.
En tanto, indicó que la decisión de la Asamblea Universitaria debe ser respetada y que conversarán con el enviado del Vaticano cuando este llegue a Lima.
“No sabemos ni quién es. Normalmente esas visitas se informan dando el nombre de la persona y su agenda de trabajo, pero hasta el momento solo tenemos lo que ha informado el cardenal”, dijo.
En tanto, el secretario general de dicha casa de estudios, René Ortiz, sostuvo que la decisión adoptada no debe ser interpretada como una ruptura con la Iglesia. “Tenemos que entender que la propuesta de Cipriani es incompatible con la Ley Universitaria y con la Constitución”, expresó Ortiz.
Claves
Silencio. El abogado del Arzobispado de Lima, Natale Amprimo, dijo que no haría mayores comentarios sobre la decisión de la Asamblea Universitaria de la PUCP. “Prefiero no hacer ningún comentario, porque el santo padre enviará a un cardenal, a un enviado apostólico”.
Insiste en falta. Y agregó que “la universidad está en una situación de desacato e incumplimiento frente al pedido de adecuar sus estatutos al ‘Ex Corde Ecclesiae’.
Reacciones
"Ya quisiera ganar lo que dicen (80 mil nuevos soles), mi sueldo ni siquiera se acerca a esa suma. Es una nueva mentira como tantas otras". Marcial Rubio. Rector de la PUCP
"Cipriani ha hecho fuerte lobby en la PUCP con el apoyo del anterior gobierno y quiere apoderarse de la universidad para seguir con sus negociados".Javier Diez Canseco. Congresista y egresado de la PUCP.
"El cardenal tiene derecho a su opinión política. Lo que cuestiono es que quiera medirnos con un ojo que acepta a Alberto Fujimori y acepta la intolerancia". Henry Pease. ex congresista y catedrático de la PUCP
"El interés del Arzobispado en este lío trasciende al control de la PUCP. Sabemos que utiliza el púlpito como escaño parlamentario". Fernando Tuesta. Catedrático de la PUCP
Acuerdos de la sesión del viernes 23 de septiembre de la Asamblea Universitaria
La Asamblea Universitaria de la Pontificia Universidad Católica del Perú, reunida en sesión extraordinaria el 23 de setiembre del 2011, ante el pedido del Rector para que se examine y pronuncie sobre la propuesta de reforma del Estatuto recibida de la Congregación para la Educación Católica de la Santa Sede, por conducto del Gran Canciller de la Universidad, ha adoptado el siguiente acuerdo:
Visto el informe presentado por la comisión nombrada por la Asamblea Universitaria el 19 de agosto del 2011 y habiendo discutido sus recomendaciones, declara lo siguiente:
1.     Reafirmar la autonomía de la Universidad y declarar, en consecuencia, que no se aprueba la propuesta de reforma del Estatuto presentada por el Gran Canciller de la Universidad.
2.    Reafirmar la identidad católica de la Universidad, inspirada en los valores y principios del cristianismo, los cuales se encuentran recogidos y expresados en su estatuto vigente.
3.    Declarar que la Universidad Católica se rige por la Constitución Política del Perú, la legislación peruana y su Estatuto.
  Reafirmar la disposición al diálogo que tiene nuestra casa de estudios con las instancias competentes de la Iglesia Católica en todo lo que no afecte su autonomía.
5.    Expresar su pleno respaldo a las gestiones conducidas por el Rector y los Vicerrectores. (Fotografía: portal PUCP)


Edición de Luz & Sombras. Fuente original:_

19 set. 2011

Quien sale ganando, con todo esto?


Déjà vu senderista



Por Augusto Álvarez Rodrich alvarezrodrich@larepublica.com.pe
¿De qué hablamos hoy cuando hablamos de terrorismo?
Cuando coinciden varias señales que, desde diferentes ángulos y escenarios, producen un déjà vu terrorista, es una obligación del gobierno la identificación correcta de qué estamos, en realidad, enfrentando.
Esa extraña sensación de vivir una situación que creemos que ya hemos vivido antes, y que los franceses llaman déjà vu, se vivió esta semana en el Perú en la que se cumplían –el lunes 12 de setiembre–19 años de la captura del máximo líder terrorista Abimael Guzmán por la confluencia de varios hechos.
La más dramática fue, sin duda, el ataque lanzado el miércoles 14 por un grupo senderista a cargo del ‘camarada Omar’          –como reveló ayer La República– contra un helicóptero militar en San Martín de Pangoa, en el VRAE, que les costó la vida a dos oficiales del Ejército Peruano, el comandante Esneider Vásquez Silva y el capitán Jenner Vidarte Campos, hoy héroes del país.
En la misma semana hubo ocho expresiones de ‘terrorismo blanco’: llamadas telefónicas que alertaban de la colocación de bombas que luego se supo que eran bambas. La primera ocurrió el mismo lunes 12 a pocas cuadras de la calle Tarata, en Miraflores, un lugar emblemático de los tiempos del terrorismo.
De manera simultánea, en varias zonas de Lima –desde Villa El Salvador hasta San Juan de Miraflores– aparecieron pintas demandando ‘Libertad para Abimael Guzmán Reinoso’.
El ‘Movimiento por Amnistía y Derechos Fundamentales (Movadef), vinculado a Abimael Guzmán y cuyo objetivo principal es lograr la liberación de su líder para que salga de la Base Naval en donde se encuentra preso, reivindica la autoría de las pintas pero no de las llamadas telefónicas
Manuel Fajardo, dirigente de Movadef, un abogado de Abimael Guzmán, defiende su derecho a realizar las pintas con el argumento de que “las paredes son las pizarras del pueblo” y que los lemas usados no llaman a la lucha armada. En ese sentido, otro abogado del líder de Sendero, Alfredo Crespo, niega la autoría sobre las bombas bambas así como cualquier acción terrorista en la actualidad: “Los tiempos han cambiado, hoy no es tiempo de la lucha armada en el país”.
En este contexto, es relevante precisar con claridad de qué hablamos cuando hablamos hoy de terrorismo, cómo se articula el narcotráfico en cada caso, e identificar a los autores de cada tipo de acción, sin caer en el error de asignar su autoría a un mismo sector, sabiendo diferenciar a la Movadef del senderismo del VRAE, y sin caer en el facilismo de atribuir estas movidas, sin pruebas, a sectores políticos como el fujimorismo o el aprismo, tal como algunos realizan en estos días.
Ojalá que los ministerios del Interior y Defensa, así como el Servicio de Inteligencia y la Dircote, estén hoy a la altura del desafío.

Edición de Luz & Sombras. Fuente original:_

15 set. 2011

SOBRE GENERO: El remedio es mas horroroso, que el pecado......,,,, hasta cuando,,,


Niñas sin pecho en Camerún

Niñas sin pecho en Camerún

Una de cada cuatro menores del país africano sufre el 'planchado' de los senos para disimular la pubertad y evitar violaciones y embarazos


Mutilar los senos de las niñas en cuanto empiezan a desarrollarse es una práctica frecuente en Camerún.- VERONIQUE DE VIGUERIE (GETTY IMAGES)


Piedras calientes sobre los senos que comienzan a apuntar. A veces palos de majar el cereal, a veces otros objetos planos, pero siempre ardiendo. Es el planchado de pechos que sufre una de cada cuatro niñas en Camerún. Las madres u otras mujeres de la familia son las encargadas de practicarlo con la creencia de que retrasa el crecimiento del pecho de sus hijas y, por tanto, las aleja de las relaciones sexuales, consentidas o no, las protege de las miradas libidinosas de los hombres y evita tal vez embarazos no deseados.

Hay que apretar fuerte sobre esos pequeños senos que comienzan a desarrollarse. Arriba y abajo, como se plancharía una prenda. Pero es un cuerpecito infantil el que soporta el dolor de estos embates que dañan los tejidos, causan heridas, abscesos, infecciones y, eventualmente, podrían predisponen al cáncer. Día tras día, hasta obtener el resultado deseado. A veces, el medio elegido es el vendaje con telas calientes. Suelen ser varios meses de tortura. Se trata de una tradición antigua en algunas zonas de África del Oeste y más conocida en el caso de Camerún, país que roza los 20 millones de habitantes.
La mutilación se lleva a cabo presionando objetos ardientes
Organismos internacionales combaten esta tradición
Los médicos alertan de las deformidades y taras psíquicas que conlleva esta práctica
Esta forma de "mutilación femenina", como la califica la agencia oficial de cooperación alemana GTZ, que ha tenido un papel pionero en revelar esta práctica y luchar contra ella, la sufre al menos el 24% de las mujeres en Camerún, según este organismo. A mayor precocidad, mayor riesgo. "Cuanto antes empiece a desarrollarse el pecho, más posibilidades de sufrir esta forma de mutilación. La mitad de las niñas cuyo pecho comienza a desarrollarse antes de los nueve años sufren el planchado", afirmaba un trabajo de GTZ de 2007.
El Departamento de Estado de Estados Unidos, en un informe sobre los derechos humanos en este país de África en 2010, se hace eco del problema en parecidos términos y añade que esta práctica "provoca quemaduras, deformidades y problemas psicológicos".
La agencia germana realizó en 2006 una amplia investigación con encuestas a 5.700 mujeres de 10 a 82 años, que reveló también que la mitad de las niñas cuyo pecho comenzó a crecer antes de los nueve años padecen esta práctica, más frecuente en las ciudades que en el campo. El 53% de las chicas de Duala, la mayor urbe del país, la han sufrido, según el estudio.
A menduo, el doloroso planchado no logra su objetivo protector: muchas chicas se quedan embarazadas, lo que inmediatamente las aparta de la escuela. Se casan o se convierten en madres solteras. Algunas pueden intentar un aborto clandestino (solo está permitido en caso de violación o si peligra la salud de la madre). En Camerún, tres de cada diez mujeres están embarazadas o ya han tenido al menos un hijo al cumplir los 20 años, según GTZ, y solo el 26% de las casadas utilizan métodos anticonceptivos.
La edad para contraer matrimonio está fijada en 15 años para las mujeres, pero según el informe estadounidense, muchas familias casan a las niñas a los 12. Este trabajo también señala el aumento de las violaciones, cuyas víctimas tienen una edad media de 15 años.
Además de los embarazos tempranos, el sida es también una amenaza en Camerún. La incidencia es alta. De cada 1.000 personas entre 15 y 49 años, 53 son seropositivas, según la Organización Mundial de la Salud. La esperanza de vida en este país con un 40% de animistas, otro tanto de cristianos y un 20% de musulmanes, es de 51 años.
Algunos expertos creen que tras la práctica del planchado está el tabú de hablar de sexo con los hijos y que es por ahí por donde podría venir parte de la solución. Precisamente esa es una de las vías que se han puesto en marcha para intentar atajar esta costumbre. Las "tías" (tantines, en el cariñoso diminutivo francés) de las pequeñas son las encargadas. No son de la familia, sino que se trata de adolescentes que han sido madres sin desearlo entre los 12 y los 18 años (algo que se estima que les ocurre al 21% de las chicas).
Encuadradas en más de 250 asociaciones bajo la organización paraguas Renata, unas 15.000 jóvenes han recibido formación para educar a los adolescentes en salud reproductiva y sexual, incluida la prevención del sida. Con el apoyo de la cooperación alemana, las tantines han puesto en marcha en los medios de comunicación la campañaDigamos no al planchado de senos.
En su web (www.tantines.org), las activistas explican con claridad las causas que subyacen tras la sórdida práctica del planchado. "La gente cree que los senos van a atraer a los hombres, que los senos van a empujar a las niñas a tener relaciones sexuales precoces que pueden dejarlas embarazadas, que las niñas pueden crecer normalmente y continuar sus estudios después del planchado, que las niñas no tendrán vergüenza por tener ya pechos", explican.
También abordan las consecuencias de una práctica "que causa mucho dolor y puede destruir los senos completamente", causar un fuerte trauma y provocar problemas fisiológicos.
De pueblo en pueblo, de barrio en barrio, predican contra una práctica que abrasa la pubertad femenina y cuyo secreto se rompe poco a poco.

Edición de Luz & Sombras. Fuente original:_ http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Ninas/pecho/Camerun/elpepisoc/20110912elpepisoc_5/Tes

14 set. 2011

La inclusión generará resistencia porque, para que haya sitio digno para todos en el Perú, debe transformar tanto la parte incluida como la excluida de la sociedad, así como sus relaciones


Inclusión: un concepto y un proyecto en proceso

Por  Javier M. Iguíñiz Echeverría
Profesor del Departamento de Economía de la PUCP
El término “inclusión” en el ámbito de la política social se contrapone al de “exclusión social”. En su origen, europeo, y en términos generales, se trata de una exclusión respecto de las actividades normales de la sociedad. La política social debe incluir, integrar o reintegrar a quienes no participan en ellas. Hoy el concepto adquiere nuevas connotaciones, especialmente en países subdesarrollados. Recojamos del libro Defining Poverty in the Developing World, editado por la Prof. Stewart y otras, algunos aspectos de esta propuesta para ver la problemática social.
Un origen europeo
La primera utilización de “exclusión social” parece ser la de Lenoir en 1974 y adquiere importancia porque se enfrenta a las dificultades por las que pasa el sistema de bienestar europeo y a la insuficiencia y precariedad del empleo, generalmente asociadas a las reformas neoliberales y a la globalización. 
La exclusión se ha definido en documentos oficiales europeos “en relación con los derechos sociales de los ciudadanos... a ciertos niveles básicos de vida y a la participación en las principales oportunidades sociales y ocupacionales de la sociedad.”
  
La exclusión lo es, pues, respecto a actividades y estándares considerados valiosos y normales. Los excluidos en esta perspectiva son minorías.

¿Qué aportó?
Hay muchos enfoques sobre la pobreza en los países. ¿Qué aportó el enfoque de la exclusión? En primer lugar, concibe la pobreza en términos más amplios que el poder adquisitivo de las familias. En esto se parece a varios otros.
En segundo lugar, en vez de enfocar el problema en términos individuales o de hogares aislados se interesa en las relaciones sociales de las que está excluida la gente. Ser excluido de esas relaciones es lo que genera carencias y vulnerabilidad en rubros como alimentación, salud, etc.
Esto ya sugiere un tercer punto, y es que las personas o grupos son incluidos o excluidos de una sociedad particular. Podrían no serlo en otra con distintos valores y estándares. En cuarto lugar, sin descuidar los resultados, el mayor interés está en los procesos que explican esas carencias.
El énfasis en los procesos proviene de que el enfoque de la exclusión social polemiza con el enfoque monetario, en cuanto este se suele concentrar en elevar el nivel de ingresos de grupos específicos, focalizados, sin interesarse mucho en los mecanismos y relaciones sociales que ‘dieron lugar a’ y reproducen la pobreza. Para el enfoque monetario actual gran parte de la responsabilidad reside en las carencias materiales y morales de los propios pobres, no del lugar que ocupan en la sociedad.
En países subdesarrollados
Se puede entender entonces que en países subdesarrollados resulta problemático concebir la exclusión social a la manera europea. Para empezar, los excluidos del sistema de bienestar y del empleo adecuado no son minorías. Las familias minoritarias actualmente incluidas en lo que hay de “sistema de bienestar” son muy pocas y no pueden cargar con todo el costo de la inclusión.
De ahí la importancia para ese fin de las rentas provenientes de la explotación de los recursos naturales. Pero, además, se proponen a menudo otros criterios para establecer en qué y a quiénes se incluye.  En países con alta incidencia de pobreza estarían socialmente excluidos, por ejemplo, quienes no alcancen desempeños mínimos relativos a la salud, nutrición y educación.
Este enfoque converge así con el de las “capacidades” o el de “necesidades básicas” o el de “derechos”. Los que excluyen serían, entre otros, los que pagan bajos salarios, capturan grandes beneficios de la intermediación comercial y financiera, impiden la entrada de nuevos competidores, evaden el pago de impuestos o desvían el gasto público a fines menos urgentes.
Miradas al Perú desde la exclusión
El enfoque no es nuevo entre nosotros. En 1996, Figueroa, Altamirano y Sulmont publicaron un libro, Exclusión social y desigualdad en el Perú (Lima: OIT). Para ellos: “El concepto de exclusión social se refiere a la acción y efecto de impedir la participación de ciertos grupos sociales en aspectos considerados como valiosos de la vida colectiva”. Y añadían: “La exclusión social es el reverso de la integración social”.
En ese libro se concentran en la relación entre exclusión y desigualdad. Para los autores, convenía añadir a la exclusión económica (del mercado de trabajo, de crédito y de seguros) y política (derechos de propiedad o salud, educación y justicia) la exclusión cultural (manejo del idioma, alfabetismo y escolaridad, adhesión a ciertos valores, discriminaciones). La población en el Ande y en la Amazonía estaba masivamente excluida según los tres criterios simultáneamente.
Hacia adelante
Hay hoy en el mundo un gran miedo a institucionalizar lo que favorece a los pobres asalariados, independientes, ciudadanos en general. La inclusión generará resistencia porque, para que haya sitio digno para todos en el Perú, debe transformar tanto la parte incluida como la excluida de la sociedad, así como sus relaciones.
Si bien felizmente hay fuertes procesos de inclusión en curso, hay también procesos de exclusión que son estructurales. Por ello, potenciar los primeros, por ejemplo, la atención institucionalizada y universal a la salud, y revertir los segundos, como por ejemplo la desigual calidad de la enseñanza básica, están ya, felizmente, en la agenda pública. El proyecto y el concepto se retroalimentan.

Edición de Luz & Sombras. Fuente original:_ http://www.larepublica.pe/11-09-2011/inclusion-un-concepto-y-un-proyecto-en-proceso

13 set. 2011

Hagamos de América Latina; una región solida que se base en la comunicación é interacción de sus pueblos, entonces así LATINOAMÉRICATIENE SALSA,,,,,, Todos a aportar se ha dicho...


Reflexiones sobre una moribunda


Por Mario Vargas Llosa


Las utopías sociales, esas tentativas –generosas o perversas– de reordenar la sociedad humana de acuerdo a un principio religioso o político, han sembrado la historia de cadáveres. Pese a ello, se han sucedido unas a otras, cada cual más catastrófica que la anterior, de modo que debemos aceptar como un hecho irreversible que los seres humanos necesitamos (y, por tanto, seguiremos buscando) esa sociedad perfecta o mudanza del paraíso a la tierra que cada utopía social se propone realizar.
En el pasado fueron los sarracenos y los cristianos los que combatieron a muerte, entre ellos y dentro de ellos, para purgar al mundo de impíos, infieles, supersticiosos, apóstatas, desviacionistas y bárbaros de toda clase, e imponer una humanidad de fieles purificados y ortodoxos al servicio del verdadero dios y la verdadera religión. Pero las utopías más sanguinarias fueron las del siglo veinte, las ideológicas, que batieron todas las marcas en el número de víctimas y sufrimientos que causaron. El sueño nazi de una humanidad de razas superiores, limpia de judíos, negros, gitanos, de tarados, degenerados, y de pueblos esclavos al servicio del amo ario, provocó el holocausto y una guerra mundial que devastó cinco continentes. La muy generosa utopía comunista de crear una sociedad sin clases y sin explotación del hombre por el hombre no fue menos terrorífica, si se piensa que sólo entre el gulag soviético y la revolución cultural china liquidaron (cálculo conservador) cuarenta millones de personas.
Siempre pensé que la creación de una Europa unida, integrada y sin fronteras, iba a ser la primera tentativa social colectiva que, a diferencia de las otras, no fracasaría y conseguiría su designio de acabar con los nacionalismos que, a lo largo de la historia, enfrentaron en matanzas insensatas a los países y a las culturas que forman el llamado Occidente. Se me objetará que la idea de la Unión Europea no es “utópica”, palabra cargada de irrealidad, sino un proyecto político perfectamente realista y sustentado no en principios religiosos o ideológicos (que son también religiosos aunque pretendan ser laicos) sino en convicciones y conocimientos racionales. Bueno, de acuerdo. En todo caso, se trataba de un proyecto extraordinariamente ambicioso, concebido dentro de la cultura de la libertad, organizado con la flexibilidad y diversidad que garantiza la democracia, y que aseguraría la preservación de las tradiciones, lenguas, usos y costumbres y creencias de todos los países miembros, siempre y cuando, claro está, no trasgredieran las normas esenciales del Estado de Derecho.
Ahora que Europa parece a punto de explotar, conviene tener presente que, con todas las críticas que pueden hacérsele, la Europa a medio hacer que tenemos ha conseguido que el viejo continente viva casi sesenta años ininterrumpidos de paz, pues todos los conflictos bélicos de estas últimas décadas, como el de los Balcanes, ocurrieron siempre fuera de los límites de la Unión. Y que, con todo lo que pueda haber fallado en la construcción de Europa, sus logros han sido también impresionantes. Sólo en el caso de España hay que preguntarse si, sin su incorporación a Europa, la transición española de la dictadura a la libertad y de la pobreza a la prosperidad hubiera tenido lugar con la rapidez y falta de quebrantos políticos con que ocurrió. A pesar de todo ello, la Europa que creíamos unida se resquebraja por todas partes, y muchos europeos se alegran de que así sea pues piensan que el experimento integrador ya fracasó y que será mejor volver a la antigua Europa de las naciones y las fronteras. Eso, hoy día, ya no es una mera hipótesis futurista, es una realidad que puede materializarse pronto, atizada por la terrible crisis económica.
¿Qué falló para que la más generosa e idealista empresa política de nuestro tiempo haya entrado en estado agónico? Se equivocan quienes creen responder a esa pregunta con argumentos técnicos, como que fue una precipitación irresponsable poner al alcance de todos los países miembros a la moneda única, que lo prudente hubiera sido escalonar el ingreso al euro de manera progresiva, abriendo las puertas a los países menos avanzados sólo cuando alcanzaran un coeficiente mínimo de solidez financiera, económica e institucional. Esta explicación confunde el efecto con la causa. Si Europa estuviera de veras unida enfrentaría esta prueba sin poner en entredicho la idea misma de la Unión. Pero, la verdad, este formidable proyecto careció siempre de calor popular,  fue gestado por burocracias, gobiernos e instituciones, sin que echara raíces en los ciudadanos de a pie, que los movilizara y entusiasmara porque veían en él un ideal que, de concretarse, beneficiaría a todo el mundo, estimulando el progreso económico, las libertades públicas, la solidaridad y la justicia.
También faltó lucidez para aplicar en las políticas económicas y sociales ese mismo realismo que llevó a los fundadores de Europa a impulsar la unión. Si hay algo que la crisis presente ha demostrado es que no se puede vivir en la ficción, algo que la literatura permite, pero no la política ni la realidad “municipal y espesa”. Los países europeos han creado admirables sistemas de bienestar con una visión inmediatista, sin preguntarse si sería posible financiarlos en el futuro, y se han resistido a vivir de acuerdo a sus posibilidades reales, endeudándose para ello de una manera irresponsable. Así salvaban el hoy sin importarles que ese mecanismo de evasión implicara a mediano y largo plazo desastres como el que ahora padecemos.
Salir de la crisis va a significar drásticas reformas y enormes sacrificios de los que  las medidas que acaba de tomar el gobierno español de Rodríguez Zapatero son sólo el primer paso. No hay que engañarse: no hay otra solución. El mal está hecho y ahora sólo cabe corregirlo, atacando la raíz. Lo peor es que la situación actual es propicia para que germine la demagogia y la sinrazón del eslogan, el lugar común y el estribillo prevalezca sobre las ideas y el análisis realista. “No hay que rendirse a los mercados” es una frase acomodaticia que circula últimamente por doquier. Tampoco hay que rendirse a la ley de gravedad, por supuesto, y rebelarse contra ella ha dado algunos excelentes poemas. Volver la espalda a los mercados, me temo, no producirá buena literatura, pero sí, es seguro, empeorará la crisis y acabará por destruir todo el progreso económico alcanzado por los países europeos en los últimos años. Eso lo saben todos los políticos, de izquierda y de derecha, pero no se atreven a decirlo, o lo dicen con tantos remilgos que nadie les cree. La excepción son aquellos grupos extremistas, felizmente por ahora todavía marginales, que quisieran resucitar a Lenin o a Mao, y que, sin que se les caiga la cara de vergüenza, dicen que la Cuba de Fidel Castro ha hecho feliz al pueblo cubano.
Si la Unión Europea se desintegra, los países europeos estarán mucho peor de lo que están ahora, todos, los prósperos como Alemania, Francia y los países nórdicos, y los empobrecidos, como Grecia, Irlanda y España. Por eso, una de las razones más poderosas para salvar a la Unión Europea es que ella, unida, enfrentará mejor la crisis y las políticas para salir de ella, que los países librados a su propia suerte. Por eso, en esta hora difícil, acaso la más difícil que Europa haya vivido desde vísperas de la Segunda Guerra Mundial, hay que cerrar filas en defensa de la Unión, y, en vez de asistir indiferentes a su demolición, movilizarse contra ella, conscientes de que quienes quisieran destruirla son los mismos nacionalistas irredentos, encastillados en sus viejos prejuicios, con las mismas orejeras que, en el pasado, les impidieron prever los cataclísmicos efectos que tendrían, para ellos mismos, sus sueños violentistas. Porque en todo nacionalismo, aun en el que de boca para afuera se muestra más circunspecto y tolerante, anida la violencia contra el otro, el diferente, el que no forma parte de la tribu.
La utopía democrática y liberal que gestó la Unión Europea, si no perece en esta crisis, puede acabar con los nacionalismos, que han envenenado la historia moderna, dividiendo a sus pueblos y enfrentándolos en guerras suicidas, demorando su desarrollo y empobreciendo su cultura. Aunque sólo fuera por eso, habría que salvarla. Pero hay muchas razones más para hacerlo. Como que en esta época, de globalización económica, una alianza o federación europea tiene mucho más oportunidades para competir con eficacia en la conquista de mercados –lo único que de verdad crea trabajo y produce riqueza– que un país aislado a los que una crisis como la actual puede reducir de la noche a la mañana a la insolvencia. Y si la Unión Europea sobrevive, tal vez su ejemplo inspire a otras regiones del mundo, como América Latina y el África, donde las divisiones tribales y nacionales han contribuido más que nada a enquistarlas en el subdesarrollo.

Marbella, septiembre de 2011

Edición de Luz & Sombras. Fuente original:_ http://www.larepublica.pe/11-09-2011/reflexiones-sobre-una-moribunda

5 set. 2011

‘Inclusión social’, Requieren reformas y la revisión de asuntos de fondo en la sociedad. Lograr ese crecimiento con inclusión es el reto ineludible del nuevo gobierno.


La lección chilena



Por Augusto Álvarez Rodrich
alvarezrodrich@larepublica.com.pe
El problema no solo es la pobreza sino la desigualdad .
La punta del iceberg es la educación superior pero debajo hay una mole enorme que avanza y protesta en las calles chilenas con fuerza y estridencia crecientes: la distribución desigual del ingreso, lo cual constituye una lección para un país como el Perú que suele ver al vecino del sur como la ruta a seguir para el éxito económico y social.
“La educación es un servicio público y no un negocio”, repite Camila Vallejo, la líder de la protesta estudiantil en Chile. Ahí,  el 25% de la educación la financia el Estado y el resto los alumnos. Pero ese ‘negocio’ no funciona para la mayoría.
No debe perderse de vista que, a pesar de ello, los alumnos chilenos tienen mejores calificaciones que el promedio latinoamericano –superiores, por supuesto, a las del eterno colero Perú– aunque inferiores a las de los países desarrollados.
El problema de los promedios estadísticos es que suelen esconder grandes desigualdades. Por ello, el reclamo juvenil de Camila Vallejo ha calado en los mayores, quienes observan, sienten y sufren algo que es real en Chile: la desigualdad.
Ahí, el 20% más rico gana la mitad del ingreso nacional, mientras el 20% más pobre solo el 5%. Esto significa, en la práctica, que el 20% de la población tiene ingresos similares a los de los países más ricos como Estados Unidos, Singapur o Noruega, mientras que el 60% vive con ingresos promedios peores que los de Angola, tal como concluye un estudio realizado en el Instituto de Políticas Públicas de la Universidad Diego Portales.
Chile está en el puesto 44 del Índice de Desarrollo Humano de la ONU pero la mayoría de la población anda en el 146. “A nuestra sociedad le va, en promedio, bien pero un grupo grande de gente está muy atrás de alcanzar niveles aceptables de ingreso”, señala Andrés Zahler, investigador de ese instituto.
El presidente Sebastián Piñera ha ofrecido que su gobierno logrará que Chile sea el primer país latinoamericano en erradicar la pobreza extrema, pero no ha encarado la desigualdad y está perdiendo, aceleradamente, respaldo político.
La pobreza y la desigualdad tienen, sin duda, consecuencias políticas. En Chile, la aprobación de Piñera se desplomó a 26%, la más baja de un presidente en la reciente época democrática. En el Perú, su expresión fue la elección de Ollanta Humala.
Desigualdad significa, entre otras cosas, que no todas las personas tienen la misma oportunidad de éxito y de que los que no nacen en un hogar acomodado es casi imposible que lo consigan en sus vidas.
Estos problemas, vinculados a lo que en el Perú hoy llamamos ‘inclusión social’, no se resuelven con simples esquemas basados en crecimiento. Requieren reformas y la revisión de asuntos de fondo en la sociedad. Lograr ese crecimiento con inclusión es el reto ineludible del nuevo gobierno.

Edición de Luz & Sombras. Fuente original:_ http://www.larepublica.pe/05-09-2011/la-leccion-chilena