Estados Unidos, Cuba y el petróleo
He aquí una teoría
interesante: el desastroso derrame de petróleo de British Petroleum en
el Golfo de México podría acercar a Estados Unidos y Cuba.
Cuba está intensificando su exploración petrolífera a lo largo de su costa norte, y el gobierno del presidente Obama --que está siendo objeto de duras críticas en su país por la tragedia de BP, y que no puede permitirse sufrir un accidente similar en aguas cubanas próximas a las costas de Miami-- está ansioso por prepararse para cualquier posible problema parecido, según dicen varios diplomáticos y expertos de la industria petrolera.
Repsol, el gigante petrolero español, se apresta a empezar en los próximos meses la exploración petrolera en la Cuenca Norte de Cuba, empleando una plataforma de aguas profundas de fabricación china, según un cable de la agencia Reuters. Además, Statoil-Hydro de Noruega, Petrobras de Brasil y otras empresas petroleras extranjeras están planeando empezar a explorar aguas cubanas en los próximos años.
Según las estimaciones de la oficina de Estudios Geológicos del gobierno estadounidense, Cuba tiene reservas no descubiertas de más de 5,000 millones de barriles de petróleo, una cantidad similar a las reservas comprobadas de países productores de petróleo como Ecuador o Colombia.
``A medida que Cuba siga desarrollando sus reservas de petróleo de aguas profundas y gas natural, las consecuencias que podría sufrir Estados Unidos de un accidente similar al de BP en aguas cubanas dejan de ser teóricas y se convierten en amenazas concretas'', dice una nueva investigación de la Brookings Institution, un influyente centro de estudios con sede en Washington D.C.
``El hecho preocupante de que un derrame de petróleo cubano podría contaminar cientos de millas de la línea costera estadounidense y causar daños importantes a los hábitats marinos exige una planificación coordinada y proactiva por parte de Washington y La Habana'', añade el reporte.
Jorge Piñon, ex presidente de Amoco Oil Latin America y coautor del estudio de Brookings, me dijo que el embargo comercial de Estados Unidos a Cuba impediría que las empresas estadounidenses cooperaran con Cuba, o con empresas extranjeras que trabajan en Cuba, en caso de producirse un derrame de petróleo en aguas cubanas.
``Si el derrame [de BP] hubiera pasado en Cuba, el petróleo hubiera llegado a Miami, y Estados Unidos por ley no podría haber hecho nada'', me dijo Piñon. ``Si en cambio hubiera ocurrido en las Bahamas, o en México, o en cualquier otro lado, las empresas estadounidenses hubieran estado allí para ayudar a limpiar el desastre en menos de 24 horas''.
En el estudio de Brookings, Piñon y su coautor Robert L. Muse proponen una serie de medidas que Obama podría adoptar de inmediato, sin violar las reglas del embargo. Esas medidas incluyen ``exportaciones temporarias a Cuba de cualquier equipo o tecnología necesaria'' para prevenir y controlar los derrames de petróleo, la aprobación previa de los permisos de viajar a Cuba para ingenieros, expertos ambientales y académicos estadounidenses que pudieran contribuir a prevenir desastres, y ejercicios conjuntos entre Cuba y Estados Unidos para coordinar respuestas de emergencia.
Cuba está intensificando su exploración petrolífera a lo largo de su costa norte, y el gobierno del presidente Obama --que está siendo objeto de duras críticas en su país por la tragedia de BP, y que no puede permitirse sufrir un accidente similar en aguas cubanas próximas a las costas de Miami-- está ansioso por prepararse para cualquier posible problema parecido, según dicen varios diplomáticos y expertos de la industria petrolera.
Repsol, el gigante petrolero español, se apresta a empezar en los próximos meses la exploración petrolera en la Cuenca Norte de Cuba, empleando una plataforma de aguas profundas de fabricación china, según un cable de la agencia Reuters. Además, Statoil-Hydro de Noruega, Petrobras de Brasil y otras empresas petroleras extranjeras están planeando empezar a explorar aguas cubanas en los próximos años.
Según las estimaciones de la oficina de Estudios Geológicos del gobierno estadounidense, Cuba tiene reservas no descubiertas de más de 5,000 millones de barriles de petróleo, una cantidad similar a las reservas comprobadas de países productores de petróleo como Ecuador o Colombia.
``A medida que Cuba siga desarrollando sus reservas de petróleo de aguas profundas y gas natural, las consecuencias que podría sufrir Estados Unidos de un accidente similar al de BP en aguas cubanas dejan de ser teóricas y se convierten en amenazas concretas'', dice una nueva investigación de la Brookings Institution, un influyente centro de estudios con sede en Washington D.C.
``El hecho preocupante de que un derrame de petróleo cubano podría contaminar cientos de millas de la línea costera estadounidense y causar daños importantes a los hábitats marinos exige una planificación coordinada y proactiva por parte de Washington y La Habana'', añade el reporte.
Jorge Piñon, ex presidente de Amoco Oil Latin America y coautor del estudio de Brookings, me dijo que el embargo comercial de Estados Unidos a Cuba impediría que las empresas estadounidenses cooperaran con Cuba, o con empresas extranjeras que trabajan en Cuba, en caso de producirse un derrame de petróleo en aguas cubanas.
``Si el derrame [de BP] hubiera pasado en Cuba, el petróleo hubiera llegado a Miami, y Estados Unidos por ley no podría haber hecho nada'', me dijo Piñon. ``Si en cambio hubiera ocurrido en las Bahamas, o en México, o en cualquier otro lado, las empresas estadounidenses hubieran estado allí para ayudar a limpiar el desastre en menos de 24 horas''.
En el estudio de Brookings, Piñon y su coautor Robert L. Muse proponen una serie de medidas que Obama podría adoptar de inmediato, sin violar las reglas del embargo. Esas medidas incluyen ``exportaciones temporarias a Cuba de cualquier equipo o tecnología necesaria'' para prevenir y controlar los derrames de petróleo, la aprobación previa de los permisos de viajar a Cuba para ingenieros, expertos ambientales y académicos estadounidenses que pudieran contribuir a prevenir desastres, y ejercicios conjuntos entre Cuba y Estados Unidos para coordinar respuestas de emergencia.
Edición de Luz & Sombras. Fuente original:_ http://www.elnuevoherald.com/2010/06/10/738830/estados-unidos-cuba-y-el-petroleo.html#ixzz0qn9pXWt6
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JLRF