La Ruta y el Laberinto
El
Metropolitano sigue en pruebas piloto, pero un atropello grave e
imperfecciones en el sistema prenden los reflectores.
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Luis Castañeda Lossio viajó a
Roma para recibir el premio “Campeones del Mundo en Gas Natural
Vehicular”. El reconocimiento obedece a que el sistema El Metropolitano
es el único corredor vehicular del mundo que funcionará con ese
combustible menos contaminante.
Mientras su obra emblemática
cosecha flores por fuera, por dentro le trae temblores. El lunes 14 un
ciclista de 17 años fue atropellado por uno de los vehículos que cumplen
con las pruebas piloto del sistema.
Castañeda ha sido un alcalde
exitoso con un importante récord que mostrar. Impresionantes parques
zonales en sectores populares, obras viales de alto calibre y un sistema
de hospitales que atienden a los más necesitados mantuvieron su imagen
positiva en el orden de 85%, según la encuestadora Apoyo.
Pero El
Metropolitano, una necesaria obra cuyos retrasos parecían cronometrados
en torno al calendario electoral, es también el monumento a sí mismo
que le puede traer problemas.
Desde aquellos picos de enero,
cuando Castañeda aún parecía deshojar margaritas (CARETAS 2112), la
simpatía de los limeños por su alcalde se redujo en 23 puntos. Todavía
notable para los estándares de los políticos peruanos, pero el golpe ya
fue acusado en un personaje acostumbrado a vivir callado en la cresta de
la ola. El propio Alfredo Torres de Apoyo ya anticipó que a la baja de
popularidad le puede seguir el descenso en la intención de voto.
La
cancha municipal ha sido para él una pichanguita, pero el de las
elecciones presidenciales es otro juego. ¿Corre el riesgo de
desinflarse?
Sin Candidatos
Los últimos días traen algunos indicativos. La semana pasada el propio Castañeda hizo un anuncio tan desapercibido como desconcertante. “No vamos a presentar ningún candidato en el Perú, ni para las elecciones municipales ni regionales. Que eso quede bastante claro. Vamos a ser totalmente asépticos en ese sentido”.
La asepsia
política es digna de los reconocidos Hospitales de la Solidaridad. Pero,
un momento. ¿Su partido no se llamaba precisamente Solidaridad
Nacional?
A estas alturas es un lugar común diferenciar por
completo los escenarios de la política nacional y regional. Sin embargo,
los apristas prometieron candidatos para cada región y cada distrito
del país. Entrevistado en esta edición, el presidente regional de Junín,
Vladimiro Huaroc, adelanta las alianzas provinciales que impulsará Perú
Posible.
Hace meses que Castañeda decidió, contra el consejo de
algunos de sus colaboradores, sacar a Solidaridad de las elecciones de
octubre. Ahora la pregunta es cuál será su alternativa.
Ciertamente,
Castañeda no es manco. En el 2002 derrotó al popular Alberto Andrade
con una silenciosa campaña casi a espaldas de los medios. Mientras el
alcalde Andrade inauguraba la Vía Expresa de Javier Prado con un
terrible accidente esa misma noche, Castañeda construyó en medio de su
silencio característico las escaleras que lo llevarían a la victoria.
Fue brillante publicidad utilitaria para los votantes de los conos de
Lima. Y las encuestas recién registraron el fenómeno las dos semanas
previas a la elección.
En agosto del año pasado inauguró en Piura
el instituto Solidaridad Nacional, dirigido por la congresista Fabiola
Morales. Prometieron cursos gratuitos de liderazgo político pero, según
la lista presentada a principios de año, las opciones iban desde
manicure hasta pesca artesanal.
No han sido publicitadas otras
inauguraciones de institutos, pero esa sería la estrategia de los
próximos meses. La de una lógica clientelista ajena a un movimiento
puramente cívico.
El esquema tiene la cómoda virtud de dejar las
manos libres al candidato, que podrá hacer y deshacer. Quizá resulte un
esquema exitoso, pero también una secuela del ejercicio político
fujimorista, alérgico a las estructuras formales partidarias.
Rezago de Castañeda en el escenario rural indica qué
poco conocido es en zonas del país.
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El Voto Rural
El segundo indicativo está en las encuestas. En el último sondeo de Datum, realizado entre el 17 y el 25 de abril entre 1,210 entrevistados a nivel nacional, Castañeda aparece con el 22% de las preferencias totales. Sus bastiones están en Lima (29%) y el norte del país (24%). En general, cuenta con el 25% urbano y el 8% rural.
El
último dato debería preocuparlo. Fuera de las ciudades es superado
largamente por Ollanta Humala (30%) y Keiko Fujimori (11%).
Para
Manuel Torrado de Datum, “el voto rural puede inclinar la balanza en los
resultados electorales”. Viene a la memoria el reciente caso de
Colombia, donde se reconoció la casi inexistencia del sector rural en
las encuestas para explicar en parte la inesperada ventaja que Juan
Manuel Santos le sacó a Antanas Mockus. Fueron casi 20 puntos cuando se
esperaba un empate técnico.
Otros encuestadores como Fernando
Tuesta, del Instituto de Opinión de la Universidad Católica, minimizan
en cambio la importancia del voto rural, que se mueve en torno del 24%
“formal”, pero no suele ser más del 15% en términos efectivos. Tuesta
señala además que es muy difícil producir encuestas confiables en esas
zonas del país.
A pesar de los distintos enfoques persiste la
impresión del poco conocimiento sobre Castañeda en muchas localidades.
No Sabe, No Opina
Algo parecido piensa el publicista Hugo Otero. Pieza clave de las campañas apristas y también cercano a Pedro Pablo Kuczynski, el ex embajador en Chile responde a la pregunta de CARETAS: ¿Cómo ve al candidato Castañeda?
“Lo veo como la mayor parte de los
peruanos”, señala. “Lo desconozco porque no habla. No sé qué piensa del
Perú, de la sociedad, de su gente. Habla de El Metropolitano pero eso no
me dice cómo mide su relación con el resto del mundo que es global, con
el desarrollo de la sierra y el Perú emergente. Del país como un eje
latinoamericano. Me es muy difícil imaginármelo como presidente”.
Otero
es de aquellos que piensan que el lenguaje de una campaña presidencial
“no es el de las obras sino el de las ideas, que ya deberían estar
sembradas”.
También relativiza la importancia de los sondeos
“porque el Perú ni siquiera está mirando las elecciones presidenciales.
Podemos medir las regionales y municipales. Sostengo que después de
ellas el Perú va a entrar a un cuadro político que no imaginamos.
¿Alguien tiene una idea de los candidatos regionales? Ellos van a
manejar presupuestos gigantescos”.
Cree que “las encuestas se han
transformado en un gran negocio. Las empresas las encargan pero jamás
van a entender lo que pasa leyéndolas como una bola de cristal desde el
restaurante La Gloria. Es más importante tener un marco teórico de la
política actual que estar leyendo encuestas”.
Para Otero,
Castañeda comparte una limitación con Keiko Fujimori y Alejandro Toledo.
“A excepción del APRA, tienen estados mayores, pero no ejército.
Cuentan con una votación con un vínculo emocional o circunstancial pero
carecen de un ejército de leales. ¿Y cómo suplen eso? A través de la
prensa y los asesores de marketing que vienen al Perú con una maleta de
campañas bajo el brazo, que venden por US$ 50 mil al mes”.
Augura
que la elección del 2011 será “importante y difícil para el Perú. Hasta
ahora no podemos decir que le daremos al Perú un presidente
consistente, capaz de hablar con los distintos sectores y con mayoría
parlamentaria”.
Bajo Reflectores
En la entrevista publicada en estas páginas, el ex ministro chileno Ricardo Solari, otro especialista en campañas, considera que los políticos peruanos deberían ocuparse primero en construir alianzas que logren conglomerar a sectores más significativos del electorado. Recién después habría que lidiar con el desafío de la comunicación en la campaña. Pero en el Perú, el país sin partidos, los candidatos se ponen delante del tren.
Para colmo,
Castañeda tampoco abre la boca.
No se ha pronunciado sobre la
exportación del gas de Camisea, ni la liberación de Lori Berenson o la
reapertura de la refinería de La Oroya.
En realidad, casi no
habla ni siquiera de la ciudad que administra. Sobre el escándalo de
Comunicore, empresa que compró a precio de descuento la deuda de la
empresa de recojo de basura, Relima, se escudó en lo meramente
administrativo.
Sobre El Metropolitano y el enorme retraso en su
ejecución, no dice ni pío. Debe confiar que arrolle las críticas
presentes una vez esté en plena operación.
De hecho, cada vez más
usuarios usan el sistema que sigue con pruebas gratuitas. Pero la
noticia la hizo un ciclista de 17 años atropellado el lunes 14 por uno
de los buses del sistema (ver nota de Movilidad Urbana).
Según el
SAT, el chofer Otoniel Montaño tiene 90 infracciones. El accidente
sucedió en la curva del cruce de la avenida El Sol con República de
Panamá, en Barranco. Es una de las intersecciones de El Metropolitano
consideradas mal diseñadas por la Contraloría (CARETAS 2132).
Con
Castañeda como previsible candidato presidencial, los errores merecerán
mucho más atención. El martes 15, uno de los buses falló y se detuvo por
casi media hora. Así, fue puesta en evidencia otra obvia limitación del
carril único. Cuatro buses que seguían la misma ruta se atascaron
durante el lapso. Otro se estrelló contra una camioneta en el cruce del
jirón Independencia y la Panamericana Sur. Afortunadamente, y a
diferencia de lo que puede ocurrir con la campaña en los próximos meses,
no hubo contusos.
EL PBF: Producto Bruto Feliz
Bhután tiene un
Ministerio de la Felicidad. Prensa peruana pinta un lúgubre semblante.
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Esto
resulta sorprendente, dado el contenido periodístico mayormente
crítico, cuando no quejoso y hasta iracundo, del periodismo del momento.
¿Será
que a los entrevistados les da vergüenza decir que son infelices o es
que el contenido editorial colectivo no refleja equilibradamente la
situación que atraviesa el país?
En el diminuto reino de Bhután
en los Himalayas (36,394 km2, 700,000 habitantes) se busca una respuesta
más específica a esta importante cuestión.
Allí hay un Ministro
de la Felicidad, Karma Tshiteem, quien desde hace algunos años está
encargado de medir el PBF del país. Los cálculos del PBI (el Producto
Bruto Interno) se establecieron en el mundo al terminar la II Guerra
Mundial para medir la economía de cada país.
Esto, sin embargo,
fue considerado insatisfactorio para Bhután, por ignorar sus ideales
budistas, y con el pasar del tiempo han establecido formas de medir su
PBF, que es su Producto Bruto Feliz (o de Felicidad).
“Se trata de crear las condiciones
para lograr que la gente logre una vida plena y feliz”, dice Tshiteem.
¿Y
cómo se puede lograr eso? El Ministro de la Felicidad habla de 9
indicadores claves: bienestar psicológico, vitalidad comunal, diversidad
cultural, buen uso del tiempo, gobernabilidad eficaz, salud, educación,
ecología y nivel económico de vida.
Hay crisis en las que el
PBI parece progresar porque el dinero cambia de manos, pero esto no
sucede en la dirección distributiva.
Además, nadie mide el tiempo
que se pasa en casa con la familia, alternando con amigos o realizando
trabajos voluntarios que satisfacen. Además, en Bhután preguntan:
¿cuántas veces la semana pasada hizo usted algo en el trabajo que lo
enorgullece?
En otras palabras, en el pequeño Bhután miden
oficialmente la calidad de vida y esto conduce a la reducción de la
criminalidad.
El PBF no tiene, pues, nada de vago o ilusorio
Edición de Luz & Sombras. Fuente original:_ Caretas
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Agredesco desde ya tú valioso aporte... Muchas gracias....
JLRF